lunes, 20 de agosto de 2018

EL ANCLAJE MONETARIO, EL SALARIO Y LOS PRECIOS (I)

              Bastante nos preguntan sobre el anuncio de nuestro Presidente Maduro respecto al anclaje del valor del Bolívar Soberano al Petro y el impacto que sobre los precios va a tener el establecimiento del salario mínimo en ½ Petro o 1.800 bolívares soberanos. Sin pretender ser economistas, decimos que el actual anclaje monetario se constituye como la fijación del valor propio de la moneda nacional, en nuestro caso el Bolívar Soberano, al valor de un activo real, el petróleo, a través de una criptomoneda, el Petro que funciona como una unidad de cuentas para dar referencia de valor estable a las transacciones que se realicen con el nuevo cono monetario.

                Probablemente no es tan clara la explicación anterior, tratamos de construir una lista de elementos más que de hacer una definición, sin embargo nos sirve para ilustrar. A modo de comparación histórica, con el fin de acercarnos un tanto a su naturaleza, manejamos desde hace mucho tiempo una unidad de cuentas en nuestro día a día: la unidad tributaria, la misma sirve al Estado para dar un valor estable a ciertos pagos que le realiza los particulares, en especial en materia tributaria, como impuestos, tasas de registros,  y muchos otros, además de cumplir con la misma función para la determinación del monto de los cestaticket. Sabemos de antemano el valor en unidades tributarias de dichos pagos, sólo con multiplicar el valor en Bs de la unidad tributaria por la cantidad de estas a pagar por el servicio, tendremos el monto a pagar, no tenemos, entonces que andar preguntando en cuánto irá a venir el cestaticket, es un valor estable, devenido de una unidad de cuentas.

                El Petro, para el uso de “ancla” del Bolívar Soberano, tiene la función de servir, entonces, de unidad de cuentas. Como primera medida de anclaje, el Presidente Maduro fijó el salario mínimo en medio (1/2) Petro que actualmente representan 1.800 Bolívares Soberanos pero que puede cambiar este último valor si cambia el del anclaje. Recordemos, para continuar con el simil, que el cestaticket aumenta su valor cuando aumenta la unidad tributaria, de igual forma funcionará el salario en BsS con el Petro. Pero no es sólo el salario, los precios y todas las transacciones en bolívares soberanos están ancladas al criptomoneda nacional por lo que los mismos comienzan a ser dinámicos pero estables.

                No es primera vez en la historia humana que se utiliza una unidad de cuentas para anclar el valor y el uso de divisas o de transacciones. Muchos ha sido los ejemplos de anclajes a unidades de cuentas, siendo el más reciente entre los famosos el precursor del Euro, era el llamado European Currency Unit, en español Unidad Monetaria Europea o ECU por sus siglas en inglés. La misma funcionó por casi 20 años entre 1979 y 1999 como unidad de cuentas y moneda virtual entre los países que conformaban la Comunidad Europea, hoy Unión Europea, conviviendo con las monedas nacionales pero estableciendo valor estable a los negocios jurídicos que se realizaban en el bloque.

                Ahora bien, ¿Por qué este anclaje? ¿Cuál es el efecto práctico sobre la vida de los venezolanos? Recordemos que en el año 2003, producto de una primera escalada de Guerra Económica con la que la Derecha pretendió ponerle la mano a las reservas internacionales venezolanas a través de la compra masiva de divisas en las casas de cambio, aprovechando el sistema de libre mercado de divisas de entonces, hubo que establecer el control de cambio como forma de contener tal arremetida. Con dicha medida, el Estado logró gobernanza sobre el precio del dólar con respecto al Bolívar, basado en el dominio del mercado de divisas producto  de una política internacional de protección de precios del petróleo que permitió un importante flujo de divisas hacia el país.

                Todo ello permitió un anclaje de precio  de la divisa protegido por el Estado y un aumento gradual y real del salario, trayendo como consecuencia la mejora efectiva de la calidad de vida. Como referencia, recordemos que a finales del año 2012 el salario mínimo en el país sobrepasaba los 300$, alimentado además con toda una política de beneficios no salariales y de precios que nos permitieron elevados estándares de vida, lograda por las políticas de protección permanente al Pueblo del Gobierno de nuestro Comandante Hugo Chávez.

                Con la nueva escalada de Guerra Económica, parte del concepto de Guerra Híbrida reconocida en la declaración final de la última cumbre de la OTAN, basada inicialmente en la afectación de los precios del petróleo, a través de diversos mecanismos, los ingresos en divisas para el país disminuyeron dramáticamente y con ello la gobernanza real sobre el mercado de divisas que con la escalada de precios, acaparamiento y contrabando de combustibles entre otras acciones de la guerra hacia el interior del país, los factores de Derecha lograron romper con el anclaje armónico que con tanto sacrificio se había logrado en el país.

                La realidad, producto de la Guerra Económica, ha venido cambiando aceleradamente en los últimos años: los precios se anclaron a un valor irreal de mercado ilegal de la divisa y los salarios quedaron rezagados al valor protegido de la misma. De esta forma, se obligó al Estado a aumentar frecuentemente la emisión de moneda con el fin de poder crear un sistema coyuntural, de guerra podríamos decir, para la protección del abastecimiento y el poder adquisitivo del Pueblo, fiel a la filosofía revolucionaria de, hasta en las últimas circunstancias, defender a la población por encima de cualquier protocolo liberal-economicista que hubiese significado una hecatombe social superior a la situación actual pero agravado con una entrega de la Patria a estos poderes fácticos con la consecuencia de la muy difícil reversibilidad de la misma.

                Sin embargo, dicho ataque a la economía logró conculcar, prácticamente hasta hacer desaparecer el salario de la realidad nacional. Las mujeres y los hombres de la Patria ya trabajaban a cambio de un pago que los aumentos indiscriminados de los precios, anclados en el precio criminal del dólar, le daban un verdadero carácter salarial vil.

                En este marco, el anclaje anunciado por el Presidente Maduro busca volver a colocar a los salarios y los precios bajo una misma referencia, o una misma unidad de cuentas como lo es el Petro. Personalmente no lo consideramos un aumento salarial: representa una restitución de la institución del salario como el fruto inmediato del trabajo honesto que permite el sustento digno del trabajador y su familia. Es esto lo que hizo Nicolás Maduro, lo cual representa una medida de redención popular de un significado mucho más profundo que un simple aumento de sueldos; es sacar al Pueblo de la esclavitud del capitalismo y volverlo hacia la dignidad que sólo puede otorgar el Socialismo.

                A partir de hoy, los salarios volverán a entrar en la contabilidad de costos de la empresa como nunca ha debido dejar de ser; las trabajadoras y los trabajadores de la Patria han vuelto a ser restituidos como sujetos protagonistas de la producción de riquezas y, por ende, beneficiarios de los frutos de la producción.

                Por supuesto, a quienes cobraban precios anclados al dólar criminal y pagaban salarios a bolívares devaluados, su propia naturaleza egoísta no les va a permitir reconocer la entidad de la decisión del Presidente. Hoy están en una especie de “modus chillandum” en el que se agarran de conceptos traídos de los pelos para el momento histórico como déficit fiscal, inflación y otros elementos chantajistas, dejando dolosamente apartado del discurso la recomposición social que significa para quien trabaja recuperar su ingreso.

                La valentía de Nicolás Maduro se traduce en una nueva etapa de victorias populares, hoy el Pueblo trabajador tiene que estar de fiesta. Cada 20/08 tiene que ser recordado como el día que Venezuela retomó el rumbo de la Justicia Social y el Trabajo como dignificante del ser humano. 

domingo, 19 de agosto de 2018

MADURO VS LA INMORALIDAD


Estamos a menos de 24 horas de la entrada en vigencia de la reconversión monetaria y con ella el Plan de Prosperidad y Recuperación Económica implementado por el Presidente Nicolás Maduro. Son horas que se debaten entre la esperanza de un Pueblo por ir a los nuevos equilibrios económicos que le permitan una forma de vida en la que el abastecimiento familiar no sea un drama diario e interminable y la ferocidad de los deudos del puntofijismo que siguen en mora con la oligarquía gringa en su tarea de recuperarle el vasallaje gubernamental que perdieron con la irrupción de Hugo Chávez.

            No podía ser de otra forma, los anuncios presidenciales del pasado viernes han tenido las tradicionales respuestas de la Derecha: una nueva escalada “dolartodiana”, por supuesto seguida de la de los precios y una feroz represión comunicacional. Bueno, no esperábamos otra cosa de quienes nada tienen que ofrecer al país.

            El viernes se trazó una ruta que para la oligarquía resulta inverosímil el hecho de que no se traduzca en congelamientos de salarios, de pensiones, de misiones, de carnet de la patria, en fin, del sistema de protección social que ha caracterizado y caracterizará esta Revolución. Para el vasallaje gringo proteger el salario es aumentar el déficit fiscal pero no lo es la evasión tributaria, el contrabando de todo tipo o la defraudación laboral y todo tipo de criminalidad de cuello blanco que siempre cometen. Para la inmoralidad pitiyanqui, el aumento de los combustibles debe ser una medida de golpe contra los más pobres y que les permita a los grupúsculos el aumento indiscriminado de precios, en su lógica perversa no cabe que pueda hacerse protegiendo al Pueblo.

            De igual forma, acusan de utilizar nuestra reserva petrolera para dar un nuevo anclaje a la moneda y, por ende, una independencia del dólar pero como anhelan un préstamo del FMI por unos $ 60.000.000.000 que permitan entregar nuestro petróleo a las trasnacionales, por supuesto con ellos como intermediarios y beneficiarios de comisiones.

            Nicolás Maduro Moros tiene en la moral de quien ha sido fiel, de quien ha sido frontal, de quien ha sido inclaudicable en su afán por una Venezuela de verdadera prosperidad que es aquella conseguida por las mayorías y no por pequeños grupos.

El Presidente ha estado allí, a la vanguardia dando la lucha palmo a palmo y hoy hace una nueva demostración de su inconmovible carácter revolucionario. Hoy, cuando el debate va desde medidas de corte liberal, a veces propuestas de las propias filas revolucionarias, y no pocas con buenas intenciones, hasta las más retrógradas consejas, Maduro asume su posición de líder y se decide por el camino del Pueblo, sin demagogia populista pero con la máxima defensa a las mujeres y los hombres de la Patria; con medidas sólidas pero no con las recetas genocidas del FMI.

A quienes queremos esta Patria, nos toca llenarnos de valor y asumir la defensa de la nueva moral económica que se inicia en Venezuela, el camino contra el capitalismo hambreador que pretenden imponernos. Debemos insurgir contra el status quo económico y lograr la segunda independencia.

Nicolás Maduro se constituye como el gran liberador de la economía, desatándola de las amarras autoimpuestas e independizándola del colonialismo del dólar. Por supuesto, la inmoralidad y caraetablismo de la Derecha seguirá chillando pero al mismo tiempo, el Pueblo seguirá venciendo.  

miércoles, 16 de mayo de 2018

LA DERECHA SIN NOMBRE




Estamos a escasas horas del gran compromiso electoral de los últimos años en Venezuela. Se cierra un ciclo  y queda el mapa político del país ya estrucurado. La democracia es una realidad en Venezuela y sólo la dictadura mediática internacional es capaz de negarlo.

Esta suerte de “ciclo político” deja un gran naufragio: el de la llamada “Mesa de la Unidad Democrática”. En efecto, luego de lograr las condiciones electorales para vencer en las elecciones parlamentarias de 2015, la entonces agrupación política comenzó a caer en un imparable debacle que hoy no permite reconocer claramente su naturaleza.

Como en 2002, la llegada a espacios de poder no hizo más que activarles una especie de “carmonitis” en la que cada quien pensaba en un plan para derrocar a Maduro por las malas. Desde el lapso de 6 meses de Allup, hasta las guarimbas y las acciones, u omisiones, subsiguientes, los principales grupos de la Derecha en Venezuela han ido cayendo en un proceso de degradación política que  parece irreversible.

Hoy, se hace imperativo inquerirnos acerca de la naturaleza de la Derecha, término que utilizamos porque pareciera sólo quedarle la característica de reconocer la autoridad y soberanía absoluta de la autoridad imperial, tal como ocurrió aquel 14 de julio de 1789 en la Asamblea Nacional Constituyente francesa, con los que se sentaron a la derecha del Presidente de la misma. 

De esta forma, sabiendo que hay un conglomerado humano que reconoce la potestad soberana de la autoridad imperial, en este caso los Estados Unidos, nos preguntamos lo relativo a su forma de organización, métodos de lucha, propuestas concretas y demás elementos que permitan su inequívoca definición.

Hace apenas pocos meses, podíamos decir que se trataban de agrupaciones políticas con formas de partidos, ong’s y otros tipos de personas que, bajo la tutela, métodos y financiamiento norteamericano, hacían oposición al Gobierno Bolivariano tratando de efectuar la toma del poder político para la imposición del neoliberalismo en Venezuela.

Hoy, tenemos un Derecha que en 2016 cambió su oportunidad de oro para hacer política de altura y demostrar al Pueblo una verdadera propuesta por simplemente derrocar al Presidente; en 2017, cambió la oportunidad histórica de diálogo por acciones paramilitares urbanas, llamadas guarimbas para derrocar al Presidente; luego, cambió la oportunidad histórica de participar en las elecciones de la ANC para comenzar a hacer nada y decretar su definitivo entierro en el escenario político.

Luego, por supuesto el Pueblo les cobró su estafa en las elecciones a gobernadores, momento desde el cual se puede decir que han tenido que reconocer su incapacidad política y resignar sus luchas a oligarquías extranjeras y al ente imperial de forma directa.

En el presente, ya la Derecha en Venezuela no puede denominarse ni si quiera “oposición”. Este término define a una agrupación de carácter fundamentalmente político, hace uso del debate y la confrontación de ideas para incidir en la realidad, al tiempo que busca los espacios de poder con dicho fin.
Visto esto, nos encontramos ante una especie de agrupación amorfa, identificada por el interés común de lograr recursos económicos con el subterfugio de provocar la caída de la Revolución Bolivariana y la consecuente entrega del país pero que en ningún otro aspecto pueden conciliar y menos organizarse orgánicamente para la lucha política. Su estruendoso fracaso los ha limitado a constituirse en excusadores de guarimbas, sanciones, bloqueos y hasta posibles invasiones extranjeras. Hoy no son partidos políticos, recordemos que no lograron las firmas en muchos casos; tampoco son agrupaciones sociales, ni siquiera paramilitares o ejércitos de invasión, se limitan al papel de hienas advirtiendo la presencia del león.

Mientras, el Pueblo continúa en su “heróica resistencia en lo cotidiano” como lo dirían los hermanos cubanos; al tiempo que continúa con la consolidación de la Democracia como sistema. Este 20 de mayo ratificará de nuevo que la Derecha en Venezuela, no tiene nombre.

@ferrerdupuy
ferrerdupuy@gmail.com

domingo, 7 de enero de 2018

ALGUNAS NOCIONES SOBRE EL PETRO

César Ferrer
@ferrerdupuy
ferrerdupuy@gmail.com

    Venezuela se ha puesto a la vanguardia del mundo con el anuncio de la emisión de una criptomoneda: el Petro. Muchas son las implicaciones de colocar en circulación este nuevo tipo de dinero, especialmente porque la moneda virtual venezolana tiene elementos especiales para colocarnos a la vanguardia mundial en la materia.

    Diferentes han sido las solicitudes que nos han llegado con el fin de explicar un poco en qué consiste el Petro, dudas que son harto razonables puesto que estamos ante una innovación de muy poca data. Tratemos, pues, de precisar algunos términos.

    Comencemos por el principio: el Petro, y demás criptomonedas, son dinero, esto es que representan un bien universalmente aceptado para el intercambio de bienes y servicios. Por tanto, no es un título valor ni un bono, es, entonces “billete” contante y sonante. Puedes comprar, vender, alquilar y cualquier otro tipo de negocio utilizando dicha moneda.

     En segundo término, el dinero tal como lo conocemos en la actualidad, es un bien de cada Estado quien lo reconoce como medio directo de intercambio comercial. Es emitido entonces por la autoridad monetaria de cada país, Banco Central de Venezuela en nuestro caso y, suele tener un respaldo real, normalmente oro, que garantice el valor de esas monedas o billetes. Los Estados Unidos eliminaron ese respaldo para el dólar, lo cual ha sido factor fundamental para las grandes desviaciones económicas mundiales, puesto que la principal moneda de intercambio internacional se coloca en circulación sin ningún tipo de control; temas que están expresados en abundante literatura, no nos desviemos.

    En el año 2009 irrumpe una nueva forma de dinero, el BitCoin, dando nacimiento a la “criptomoneda”, la cual es emitida no de forma física, sino virtual, basado en una  plataforma privada denominada “blockchain” que garantiza, mediante una serie de algoritmos matemáticos y mucha tecnología, la seguridad del dinero y de las transacciones que con él se realicen. Dicho dinero no tiene respaldo físico por lo que su valor lo determina la oferta y la demanda del mismo.

    Del mismo modo, la criptomoneda no requiere intermediación bancaria para su uso ni resguardo, entonces, podríamos preguntarnos ¿dónde las guardamos si no tenemos bancos ni posibilidades de meterlas bajo el colchón? En las redes se proporcionan servicios que se han denominado “billeteras virtuales” esto es, una cuenta particular que mantiene y resguarda toda la información acerca del dinero representado en criptomonedas que posees, sirve también para pagar y cobrar las transacciones que realices. En otras palabras, las criptomonedas no son sólo dinero sino que son dinero en efectivo, por tanto, olvídate de burocracia, comisiones, cajas de compensación y otras trabas de los bancos; tu  dinero está en tu “billetera”.

    Del mismo modo, como dinero en efectivo que es, las criptomonedas no dejan rastra de los movimientos dinerarios que realizas, pagas o cobras sin tener que estar informando a nadie lo que haces con ese dinero.

    A diferencia del dinero tradicional, la criptomoneda no tiene barreras basadas en fronteras o estados; al ser emitido exclusivamente de forma virtual y sin intermediación bancaria, no tiene las limitaciones de tener que acudir de formas de intercambio de monedas, tales como las casas de cambio o los “pay-pal”; es un verdadero pago en efectivo desde y a cualquier parte del mundo.

    ¿Puede haber algún tipo de “hackeo” en nuestra billetera virtual? Sería inocente decir que no, la historia de la humanidad ha demostrado que donde hay dinero también hay quienes lo quieren robar. Sin embargo, ni la banca, ni el colchón, ni la “botija” escapan de los ladrones, me imagino que ya existirán los “criptocarteristas” pero también medidas de seguridad para preverlos.

    Hablemos del Petro, el mismo es una criptomoneda con todas sus características: emitido de forma virtual, no sujeto a intermediación bancaria y de uso universal. Sin embargo, agrega dos características: su emisor es un Estado, a través de su autoridad monetaria y, tiene respaldo efectivo en recursos naturales, petróleo en primer término y luego oro, diamantes y otros minerales.

    De esta forma, podríamos decir que el Petro es una verdadera criptomoneda de segunda generación. Tiene todos los atributos y ventajas de estas tal y como se conocen pero con un poderoso respaldo que va a permitir transacciones seguras, no solo en lo tecnológico, sino en el valor real del dinero con el que estamos tranzando. 
    
    En este marco,  Venezuela se anota como vanguardia de las nuevas formas de dinero con una criptomoneda que de arranque podemos decir que será la más fuerte y estable del mundo, no por ello la más cara, lo  que nos permitirá abrir fronteras hacia un mundo infinito de intercambio como nunca antes lo habíamos visto. Particularmente, estoy tomando las previsiones para invertir en el Petro, habrá un camino que recorrer pero como decimos en el pueblo: “hay que agarrarlo por la punta”.

  

viernes, 5 de enero de 2018

LA SANCIÓN POR SER POBRES

César Ferrer
@ferrerdupuy
ferrerdupuy@gmail.com

     La agresión económica que sobre nuestra Patria ha venido profundizando el imperio norteamericano, apoyado por la oligarquía franquiciada en Venezuela, viene tomando ribetes dramáticos con la intención de resquebrajar la conciencia social que mantiene a Venezuela como epicentro de lucha por la dignidad de los pueblos en Latinoamérica. En efecto, como lo ha señalado nuestro canciller Jorge Arreaza (@jaarreaza), en su artículo “Imperialismo Sin Máscaras”, está demostrado que el imperialismo ante su evidente decadencia y fracaso en su modelo económico, “ha entrado en fase de agresiva desesperación” y ataca sin guardar el mínimo recato frente al mundo, en medio de un afán depredador nunca visto en la historia de la humanidad.

     En nuestro país, una de las vertientes de esta agresión se verifica en un brutal ataque monetario que conduce hacia una espiral de aumento desmedido de precios en todos los rubros que han colocado a la población en una situación de vulnerabilidad, sólo protegida por el Gobierno del Presidente Maduro (@NicolásMaduro), una institucionalidad fortalecida por una Asamblea Nacional Constituyente patriota y un Pueblo organizado y consciente, quienes vienen creando una superestructura capaz de llevar adelante una “heroica resistencia en lo cotidiano”, tal como fue definida la actuación del hermano pueblo de Cuba durante el Período Especial y podríamos decir que en todas estas décadas por el monstruoso bloqueo por parte de los Estados Unidos.

    Sin embargo, cuando volteamos hacia países hermanos en Latinoamérica o del mundo, supuestamente “aliados” del gobierno yankee, la agresión contra la población no dista mucho de los dramas producidos en la Patria de Bolívar y Chávez. La migración masiva de la que hemos sido víctima, nos ha permitido observar de primera mano las enormes falencias sociales provocadas por el sistema liberal burgués implantado en esas sociedades.

    Desde la verdadera crisis sanitaria que viven los chilenos por falta de profesionales del área de la salud, donde, según lo expresado en su propio debate presidencial, mueren miles de niños por falta de especialistas o su escaso abordaje territorial; situación que comienza a ser paliada por profesionales venezolanos formados en un sistema educativo inclusivo y de primera calidad. De igual forma Perú, Colombia y en otras muchas latitudes,  la falta de profesionales derivados de un perverso sistema privatizado y excluyente, tiene tintes de dramatismo social, ocultado por los medios pero desnudado por la realidad. 

    De igual forma, la crisis en materia habitacional en el continente se denota de mucha mayor entidad que los números publicados por los gobiernos capitalistas, aunada al hecho de que el escaso segmento de la población que puede acceder a una vivienda propia lo hace a través de créditos hipotecarios eternos e impagables en los cuales, los aquí ya superados intereses sobre intereses y desalojos judiciales, son el pan nuestro de cada día. La verdad es que los únicos “países de propietarios”, tan cacareados por la Derecha, son Venezuela, con sus casi 2.000.000 de hogares entregados por la Gran Misión Vivienda Venezuela, Cuba, Bolivia y otros países que han seguido el camino de la independencia y la dignidad.

    Para no abundar demasiado, en materia de empleo, educación, servicios públicos y cualquier otra que quiera agregar, la exclusión, la privatización y por ende, la pobreza, constituyen la regla social y lo que observamos por televisión y redes sociales, se resume a la difusión que hacen los pocos privilegiados del sistema capitalista.

    Entonces, nos preguntamos, ¿por qué países alineados con Trump y su combo, los cuales no sufren de sanciones económicas, tienen estas dramáticas situaciones? ¿Acaso no deberían tener acceso a todo lo que anuncian como “el sueño americano” según el cual para llegar a posiciones acomodadas sólo debes proponértelo? Nada más alejado de la realidad.

    La verdad verdadera, es que la agresión económica contra Venezuela, el bloqueo a Cuba y la situación dramática de países con gobiernos pro-gringos, es el mismo fenómeno, es el odio de clases que tiene la oligarquía contra los pobres. Mantener un pueblo inculto, enfermo, hambriento y harapiento, asegura a los ricos mantener su estatus quo, sin peligro de nuevos grupos que insurjan y puedan poner en peligro su zona de confort.

     De esta forma, en los países donde logran apoderarse del gobierno, la oligarquía se asegura de dominar a sus pueblos con sistemas económicos de opresión que incluyen endeudamientos brutales con organismos como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, para que garanticen el control económico y la claudicación de la soberanía de dichas sociedades. La verdad es que Chile, Colombia o Perú sólo sirven de “aliviadero cambiario” para nuestros compatriotas pero la gran mayoría tienen claro que la estabilización social en esas latitudes es harto difícil.

     En este marco, Venezuela no es víctima de agresiones y bloqueos por tener un gobierno que se declara socialista, nuestro pecado es que un día insurgió una verdadera Revolución Popular encarnada en el liderazgo de Hugo Chávez, quien decidió vencer la opresión y redistribuir la riqueza; decidió alfabetizar, incluir en el sistema educativo a los millones que venían siendo injustamente apartados, decidió llevar la salud hasta los sitios más apartados por medio de la Misión “Barrio Adentro”, dispuso nuevos sistemas de abastecimiento popular como Mercal, PDVAL, Bicentenario y más recientemente los Claps, resolvió que el petróleo y otros recursos naturales son del Pueblo, decidió que los servicios básicos son un derecho fundamental no sujeto a privatización, en fin, decidió ser libre para siempre, como tanto lo repitió el propio Chávez. 

     Sea Venezuela, Cuba, Colombia, Ecuador, México, Bolivia, Brasil, Argentina, Haití o Nicaragua, la medida del gobierno norteamericano es la misma: sancionar al Pueblo para mantenerlo en la pobreza y la opresión. La ecuación es siempre la misma: Si el Pueblo se hace gobierno, le aplica sanciones formales y agresión económica y si no, le implanta sistemas excluyentes y deudas impagables.

    Nos toca decidir de qué lado queremos estar, si en el de los pueblos que se arrodillan a esperar su “medicina” capitalista de pobreza segura o del lado en que nos encontramos en Venezuela, donde estamos dispuestos a luchar con el cuchillo entre los dientes para terminar de enrumbar la Patria hacia destinos de independencia, dignidad, inclusión y prosperidad de todo el Pueblo. 

    Bolívar nos enseñó el camino de la Independencia, Chávez nos enrumbó de forma irreversible por dicho sendero que ahora recorremos bajo el liderazgo de nuestro Presidente Nicolás Maduro y con esa fortaleza no habrá fuerza imperial que nos aparte de él.