lunes, 29 de mayo de 2017

LA INSURGENCIA BURGUESA

Vivimos tiempos tormentosos, día a día vemos como focos de guerra callejera llenan los medios y las redes sociales de nefastas imágenes que provocan un imaginario de cataclismo final para Venezuela.

Una bien lograda combinación de grupos paramilitares en la calle, armonizados con un brutal protocolo de agresión comunicacional y apoyada con una feroz política internacional, busca colocar contra las cuerdas a la Revolución Bolivariana y al Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro.

La  burguesía está segura de poder dar el estacazo final al gobierno popular venezolano, tiene todos sus medios y abundantes recursos al servicio de la sedición; han puesto la carne en el asador.

La insurgencia burguesa en busca del poder político que alguna vez ejerció hegemónicamente a través de AD y Copei, resignado a finales del siglo XX al poder constituyente del Pueblo, encarnado en la figura de un líder como Hugo Chávez y configurado a través de un proceso histórico denominado Revolución Bolivariana o Socialismo del Siglo XXI; se hace evidente cada día. Su idea central, dominar a las clases populares de forma violenta y aplastante, lesionar severamente la psiquis del Pueblo, desmoralizar las masas y utilizar la fuerza bruta contra la población.

La Revolución Bolivariana ha acusado el golpe pero amparada en sus dignos hijos, forjados desde la época de los ejércitos libertadores se levanta e inicia el contraataque popular. Convoca al Pueblo al sagrado derecho de erigirse como Constituyente y a ejercer su poder soberano originario de forma directa.

La burguesía y su insurgencia de nuevo caen en cuenta que volvieron a fallar la ecuación, el Pueblo no se cuenta en su lista; tienen TV, radios, redes, “fake news”, falsos conceptos, guarimberos, Santos, Temer, Macri y Trump pero no al Pueblo, a uno que, justamente desde hace mucho tiempo tiene muy claro que es el único depositario de la soberanía y que no está dispuesto a cederla bajo circunstancia alguna.



Eso se lo enseñó Chávez…






César Ferrer
@ferrerdupuy