César Ferrer
@ferrerdupuy
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La Asamblea Nacional Constituyente entra en su segundo mes de funcionamiento bajo la mirada atenta y esperanzada del Pueblo que el 30 de julio le brindó su respaldo masivo. Los retos a superar son muchos, entre ellos la capacidad de esparcir en todos los niveles de debate, la dimensión real de las luchas que como sociedad debemos emprender y el rol de la instancia constituyente en este momento crítico de la Historia.
En efecto, hemos podido observar como voceros, en algunos casos identificados con el proceso revolucionario y de gran entidad, hacen llamados a que se antepongan las “medidas económicas” por sobre lo político, llegando a críticas que, aunque entendemos en ocasiones bien intencionadas, nos parecen injustas y merecedoras de mayores niveles de reflexión por parte de sus autores.
En este marco, debemos entender que la Economía es un delicado “ecosistema” dependiente del funcionamiento de diversos factores que permiten que se verifique el recorrido en la elaboración de un determinado producto, bien o insumo desde el mismo momento de su inicio en la cadena productiva, hasta que cada uno de nosotros podamos tener un plato de comida en la mesa o la satisfacción de cualquier otra necesidad. No podemos pretender que las medidas económicas sean especie de “letra mágica” que con solo escribirla aparezca la comida o bajen los precios.
De esta forma, si pretendemos desarrollar las actividades que permitan llevar adelante el protocolo de producción-distribución-comercialización-consumo, tenemos que crear las condiciones materiales para ello y el primer elemento a asegurar para este fin es la verdadera, efectiva y garantizada Paz del país. Resulta imposible emprender las actividades en pro del sano abastecimiento si quienes actúan de todo este entramado económico no tienen las condiciones mínimas para ello.
Pongámonos en contexto, si grupos armados queman la fábrica, toman las vías, destruyen el camión, el banco, el supermercado, el almacén del Clap y cualquier otro actor de la cadena productiva, ¿cómo nos llega la comida a la casa? No podemos entender la Economía desde una visión restrictiva, limitada a dos o tres hechos que deban verificarse en forma inmediata.
Entendiendo esto, la Asamblea Nacional Constituyente ha iniciado un proceso de pacificación del país que permita a los actores de la Economía tener las condiciones necesarias para poder asegurar el pleno abastecimiento del Pueblo. En este punto, se ha comenzado con buen pie y con resultados en tiempos realmente satisfactorios.
Como Pueblo consciente, preparado para la lucha y la victoria, no permitamos que la oligarquía nos marque nuestra agenda, el proceso de contraofensiva en materia económica ha comenzado y está avanzando con triunfos como la lucha contra la violencia, contra la impunidad y otros factores de profundas consecuencias en lo económico.
Las medidas constituyentes hacia una Economía fuerte, sana, próspera y para el Pueblo ya se han emprendido, no lo perdamos de vista.
¡Estamos venciendo!