miércoles, 16 de mayo de 2018

LA DERECHA SIN NOMBRE




Estamos a escasas horas del gran compromiso electoral de los últimos años en Venezuela. Se cierra un ciclo  y queda el mapa político del país ya estrucurado. La democracia es una realidad en Venezuela y sólo la dictadura mediática internacional es capaz de negarlo.

Esta suerte de “ciclo político” deja un gran naufragio: el de la llamada “Mesa de la Unidad Democrática”. En efecto, luego de lograr las condiciones electorales para vencer en las elecciones parlamentarias de 2015, la entonces agrupación política comenzó a caer en un imparable debacle que hoy no permite reconocer claramente su naturaleza.

Como en 2002, la llegada a espacios de poder no hizo más que activarles una especie de “carmonitis” en la que cada quien pensaba en un plan para derrocar a Maduro por las malas. Desde el lapso de 6 meses de Allup, hasta las guarimbas y las acciones, u omisiones, subsiguientes, los principales grupos de la Derecha en Venezuela han ido cayendo en un proceso de degradación política que  parece irreversible.

Hoy, se hace imperativo inquerirnos acerca de la naturaleza de la Derecha, término que utilizamos porque pareciera sólo quedarle la característica de reconocer la autoridad y soberanía absoluta de la autoridad imperial, tal como ocurrió aquel 14 de julio de 1789 en la Asamblea Nacional Constituyente francesa, con los que se sentaron a la derecha del Presidente de la misma. 

De esta forma, sabiendo que hay un conglomerado humano que reconoce la potestad soberana de la autoridad imperial, en este caso los Estados Unidos, nos preguntamos lo relativo a su forma de organización, métodos de lucha, propuestas concretas y demás elementos que permitan su inequívoca definición.

Hace apenas pocos meses, podíamos decir que se trataban de agrupaciones políticas con formas de partidos, ong’s y otros tipos de personas que, bajo la tutela, métodos y financiamiento norteamericano, hacían oposición al Gobierno Bolivariano tratando de efectuar la toma del poder político para la imposición del neoliberalismo en Venezuela.

Hoy, tenemos un Derecha que en 2016 cambió su oportunidad de oro para hacer política de altura y demostrar al Pueblo una verdadera propuesta por simplemente derrocar al Presidente; en 2017, cambió la oportunidad histórica de diálogo por acciones paramilitares urbanas, llamadas guarimbas para derrocar al Presidente; luego, cambió la oportunidad histórica de participar en las elecciones de la ANC para comenzar a hacer nada y decretar su definitivo entierro en el escenario político.

Luego, por supuesto el Pueblo les cobró su estafa en las elecciones a gobernadores, momento desde el cual se puede decir que han tenido que reconocer su incapacidad política y resignar sus luchas a oligarquías extranjeras y al ente imperial de forma directa.

En el presente, ya la Derecha en Venezuela no puede denominarse ni si quiera “oposición”. Este término define a una agrupación de carácter fundamentalmente político, hace uso del debate y la confrontación de ideas para incidir en la realidad, al tiempo que busca los espacios de poder con dicho fin.
Visto esto, nos encontramos ante una especie de agrupación amorfa, identificada por el interés común de lograr recursos económicos con el subterfugio de provocar la caída de la Revolución Bolivariana y la consecuente entrega del país pero que en ningún otro aspecto pueden conciliar y menos organizarse orgánicamente para la lucha política. Su estruendoso fracaso los ha limitado a constituirse en excusadores de guarimbas, sanciones, bloqueos y hasta posibles invasiones extranjeras. Hoy no son partidos políticos, recordemos que no lograron las firmas en muchos casos; tampoco son agrupaciones sociales, ni siquiera paramilitares o ejércitos de invasión, se limitan al papel de hienas advirtiendo la presencia del león.

Mientras, el Pueblo continúa en su “heróica resistencia en lo cotidiano” como lo dirían los hermanos cubanos; al tiempo que continúa con la consolidación de la Democracia como sistema. Este 20 de mayo ratificará de nuevo que la Derecha en Venezuela, no tiene nombre.

@ferrerdupuy
ferrerdupuy@gmail.com

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