domingo, 12 de abril de 2020

COVID-19: VENEZUELA CONTRA EL PARADIGMA LIBERAL

               César Ferrer Dupuy
               @ferrerdupuy
               ferrerdupuy@gmail.com

           La peste con corona sigue avanzando rauda en el mundo entero, los países “desarrollados” comienzan a entender que su único “desarrollo” es el de las armas, el dinero inorgánico, la ostentación consumista y la opresión a los demás para sostener su “desarrollo”. En el mundo muere más de una persona por segundo, los todopoderosos Estados Unidos ya ve morir  más de uno de sus habitantes por minuto. Ha pasado de “alarma exagerada de China”, a endemia, luego a pandemia global cada vez más incontrolable. El ébola en su momento cumbre infectó a un poco más de 28.000 personas y mató a menos de 12.000, el Covid-19 rebasará en las próximas horas los 2.000.000 de contagiados, con más de 100.000 pérdidas de vidas.


                En medio del caos mundial, insurge Venezuela como ejemplo de prevención y combate contra el insolente virus, sí, el mismo país que le habían augurado un desastre pandémico, el mismo acusado de no tener un sistema de salud a la altura de ni siquiera nuestros vecinos, el mismo que Estados Unidos y sus aliados han torturado por más de un lustro con sanciones y bloqueo económico de todo tipo.


                El terruño bolivariano hoy día lidera a Sudamérica con apenas 6 casos verificados por millón de habitantes, muy distante de países como Argentina (47), Colombia (53) o Brasil (99), sin contar las penosas realidades de Chile (377) o Ecuador (423). Igualmente, lidera el subcontinente con 0,3 decesos por cada millón de habitantes a causa de la virulenta enfermedad, a diferencia de los 2 en Argentina o Colombia, los 4 en Chile, 5 en Brasil o los muy lamentables 19 de nuestra hermana Ecuador o el pobre pueblo estadounidense que está viendo morir 65 personas por cada millón.


                Por supuesto, el paradigma del capital siente conmoción ante esta realidad: ¿cómo puede quien no tiene los omnipotentes dólares ser ejemplo de combate al Covid-19? ¿cómo puede un país en las condiciones de Venezuela ser tan efectivo en la contención de este virus que amenaza con la extinción? 


                Seguramente no hay una respuesta única a esto pero podemos seguir aportando algunos datos que nos permitan acercarnos a la realidad como que Venezuela es el país de la región que ha aplicado un mayor número de test para detectar el virus, un total de 181.335 se han realizado hasta la fecha por supuesto, siendo vanguardia en test por millón de habitantes con 6.377. Este enorme abordaje dista mucho del realizado por los gobiernos de pueblos hermanos como Argentina con 19.758 test en total y 437 por millón de habitantes, Colombia (40.603 - 798), Brasil (62.985 – 296), Chile (82.271 – 4.304) o Ecuador (23.635 – 1.340). 


                Igualmente, en el apartado de recuperados podemos observar que en nuestra Patria se ha sanado el 53,1% de los casos detectados, también liderando la región donde Argentina (21,8%), Colombia (7,9%), Brasil (0,8%), Chile (28,5%) o Ecuador (6,7%), hasta los Estados Unidos (5,6%) distan mucho de lo que hemos logrado.


                Seguramente desde la burbuja de la oligarquía nunca van a entender que tenemos en Nicolás Maduro a un Presidente de liderazgo popular, en ejercicio del poder soberano y no sometido a grupos económicos, lo que le permitió actuar de forma perentoria, eficiente y precisa ante la irrupción del virus en suelo patrio. 


                Su parálisis paradigmática tampoco les permitirá ver que la conciencia, la formación y la organización popular venezolana nos permitió captar el mensaje, entender la dimensión del problema y tener capacidad inmediata de reacción para autoresguardarnos en una inmensa cuarentena voluntaria, en la que las normas de protección y distanciamiento social se cumplen estrictamente desde el primer día. Entendemos que protegernos cada uno es protegernos todos.


                Por supuesto, rechazarán por completo la verdad demostrada de que un verdadero Sistema Público de Salud es determinante para el andar de un Pueblo y que la vida no puede reducirse al simple juego de la oferta y la demanda. Que los consultorios populares, CDI, hospitales públicos y sobre todo, un ejército de mujeres y hombres al servicio de la salud, han brindado la infraestructura adecuada al momento coyuntural.


                Todavía peor, se darán cuenta que las relaciones internacionales no tienen porqué basarse en “intereses” sino que la hermandad entre pueblos debe ser un objetivo de los gobiernos. Por ello, recibimos el apoyo y la solidaridad de China, Rusia, Cuba y actores internacionales como la OMS o la OPS para salir adelante en medio de las dificultades, mientras los “aliados” de los Estados Unidos ven como su amo practica la rapiña de insumos y equipos, dejándolos en estado de indefensión.


                En una realidad donde la supremacía del capital ha quedado brutalmente expuesta a costa de cientos de miles de vida, Venezuela demuestra estar en el camino correcto y que sólo el hecho de vivir en este suelo ha significado la salvación para muchos.


                La fuerza de la razón hará comprender cuál es el camino… 




               

                Datos extraídos del sitio web www.worldometers.info en fecha 12 de abril de 2020 a las 2:00 pm aproximadamente.

domingo, 29 de marzo de 2020

LA VIRUSCRACIA


     

LA VIRUSCRACIA

            Sale el sol y ya sabemos que vamos a hacer hoy, quedarnos en casa; cae el sol y la noche es solo un conector para recibir un alba en la que ya predecimos lo que viene. Por este encierro, o mejor dicho puesta a salvo, no tenemos a quien culpar con certeza, no tenemos una razón para forzarnos a nosotros mismos a salir, no sabemos el momento en el que retomaremos nuestra vida acostumbrada: todo depende del virus.

            A este individuo que no titulamos de señor, sir o don, sino que le prefijamos una “Corona”, por supuesto, se lo ha tomado en serio y utiliza todo el poder soberano que nosotros mismos le endilgamos. El virus con corona no llama a la popular asamblea de ciudadanos para tomar decisiones, tampoco llama de la burguesa “sociedad civil”; no llama a la ONU, ni a la Otan, tampoco al Grupo de Lima o al de Puebla; ni siquiera ha tenido la delicadeza de hablar con el Papa o los grandes jerarcas religiosos del mundo. Su atrevimiento llega a tanto que ha ignorado hasta al Grupo Bilderberg con todo su poder.

            No hay discusión, no hay negociación, no hay diálogo: o te aislas o te infecta a ti y a todos tus seres queridos, te convertirá en una máquina de muerte, en una especie de jinete apocalíptico que llenará de dolor y luto todo a su paso. Su sentencia es automática, no valen causas justificadas, fuerza mayor, vicios en el consentimiento y mucho menos el debido proceso. Su ley no es escrita, tampoco basada en la costumbre, podríamos decir que ni en la fuerza, acaso puede ser un imperativo que supera nuestras tradiciones normativas devenidas de tantos siglos.

            Por supuesto, su autoridad no deviene de una elección, tampoco de un golpe de Estado pero es reconocida por todos. Los que creían mandar, saben que no mandan y lo peor es que comienzan a percibir que su falta de poder es sentida por la sociedad. Se erige la Viruscracia.

            Ahora, nos preguntamos, ¿está naciendo la Viruscracia o solamente el virus con corona ha tomado el mando? ¿no será que los virus del egoísmo, del individualismo, del corporativismo, de la falta de espiritualidad o el de agresión a la madre tierra ya se imponían y se disfrazaban de “prosperidad económica”, “mundo competitivo”, “desarrollo tecnológico” o “democracia representativa”? 

Me comienza a oler que los agentes infecciosos que se convierten en pandemia no son solo aquellos que nos hacen un directo daño físico; los que afectan el alma individual y se multiplican hasta provocar que la especie humana se confirme como ejecutor de su propia destrucción y la del planeta entero, son virus para lo que debemos buscar medidas preventivas, de abordaje curativo y finalmente la vacuna para erradicarlos para siempre…





miércoles, 18 de septiembre de 2019

LA OPOSICIÓN Y LOS RASTROJOS


              Son ríos de tinta y de megabites los que han corrido con los últimos acontecimientos políticos en Venezuela. Por una parte, vemos como el representante del Departamento de Estado para la Invasión a Venezuela, cargo al que Trump ha denominado “Presidente Interino” o “Presidente Encargado”, Juan Guaidó, se retrata muy descansado y contento con los cabecillas de “Los Rastrojos”, grupo criminal sobre el que queda muy poco por decir ante los diversos trabajos y denuncias hechas públicas. Para más al respecto, puedes leer el siguiente trabajo.


                Esta suerte de galería fotográfica de la muerte no es más que la confirmación de lo que ya todos sabemos: la conexión Casa Blanca, Casa de Nariño y los grupos irregulares venezolanos organizados bajo diversas fachadas de partidos, organizaciones no gubernamentales, tienen como correaje necesario a los más violentos grupos paramilitares y narcotraficantes colombianos, nadie lo dude. No por gusto, la denominación de “Los Rastrojos” rápidamente ha calado en el consciente popular para designar a los grupos irregulares venezolanos encabezados por el “autoproclamado”.


                Esta realidad, en la cual ante la incapacidad política de algunos sectores de lo que algún día podía ser llamada como la “oposición” en Venezuela, el debate fue progresivamente sustituido por la violencia y la instancia política dio paso al paramilitarismo camuflado en guarimbas entre un sinfín de variante bélicas. Hace tiempo, tal como lo advertimos en nuestra reflexión “LaDerecha sin Nombre” , la burguesía venezolana resignó sus intenciones al protocolo de la violencia, entregó al imperio yankee su participación en la vida nacional sin disimulo alguno, teniendo la grave consecuencia de su desdibujamiento y desaparición de la realidad política nacional. 




                Para nada es un acto menor lo ocurrido, hoy día un sector importante de la vida nacional ha decidido el camino del ejercicio de la Democracia para lograr impactar en la vida política y seguramente ir por los espacios de poder dentro del marco constitucional. De esta forma, se ha marcado un nuevo quiebre en nuestra historia política contemporánea: ha renacido la Oposición.


                En este marco, la fracción de la población que hoy día disiente con la Revolución Bolivariana tiene un renovado horizonte de lucha: de la dependencia política, hasta en materia de vocería, de factores externos y la violencia como rasgo fundamental a la posibilidad de participar y protagonizar en Democracia, dentro de la legalidad y en Paz, todo ello sin tener que resignar ningún principio.


                Queda en la conciencia y razón de esta parte del Pueblo, si camina el camino democrático de la Oposición o el de muerte de Los Rastrojos…

jueves, 12 de septiembre de 2019

POR SUS ACCIONES LOS CONOCERÉIS: DE PETROCARIBE AL MURO DE LA VERGÜENZA


 César Ferrer Dupuy
ferrerdupuy@gmail.com
@ferrerdupuy

“Cuídense de esos mentirosos que pretenden hablar de parte de Dios. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces.  Ustedes los pueden reconocer por sus acciones, pues no se cosechan uvas de los espinos ni higos de los cardos.  Así, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo.  El árbol bueno no puede dar fruto malo, ni el árbol malo dar fruto bueno.  Todo árbol que no da buen fruto, se corta y se echa al fuego.  De modo que ustedes los reconocerán por sus acciones”, así lo dijo, según alguna traducción, el propio Jesucristo en narración contenida en el Libro de Mateo. Como tantas otras del Cristo Redentor, palabras de vigencia infinita que nos permiten reconocer tantas situaciones y realidades.

Hoy, vivimos una era en la que las contradicciones ideológicas han configurado un planeta en el que el liberalismo que se creía vencedor histórico se encuentra con una insurgencia global de pueblos que han decidido tomar rumbos alternativos a la dominación del capital por sobre el ser humano. Consecuencia de ello, en cada rincón de la tierra estamos presenciando la profundización de las diferencias con cada vez menos puntos de encuentro y, por ende, con acciones de mayor radicalización que desnudan el sistema de creencias e intenciones de cada cual.

Nuestra América no solo no escapa a esta realidad sino que posiblemente es el escenario de la moderna versión global de David contra Goliat. Los Estados Unidos, tomadores del testigo histórico que la vieja Roma no encontraba a quien legar, se yerguen como el centro territorial y logístico de la compleja arquitectura de formas imperiales de avanzada que pretende arropar cada centímetro del globo terráqueo, fungen como el gran azote regional intentando y logrando en muchos casos, poner mano a los vastos recursos naturales del continente para alimentar su inviable voracidad de consumo que le  permite construir una fortaleza infranqueable en donde su bienestar se basa en la miseria de los demás pueblos.

En este marco, palpamos como la miseria aflora solo al dar un paso en la raya fronteriza con el Sur. La insaciable sed de petróleo, minerales de todo tipo, tierras cultivables, agua dulce, drogas y todo tipo de recursos es sustraído día a día por el imperio norteño tanto de sus estados vasallos, como de los invadidos a través de diversos mecanismos. 

Por supuesto, tal fenómeno de despojo de los elementos básicos para la sostenibilidad de los pueblos, ha provocado una de las consecuencias más molestas para los imperios: un masivo e imparable fenómeno migratorio desde el sur hacia los Estados Unidos, lo cual no es otra cosa que la natural respuesta social de ir en la búsqueda de los recursos y riquezas injustamente saqueadas de su propio suelo. 

Ante tal circunstancia, la respuesta del gobierno yankee, dentro de la Doctrina Monroe, la cual podemos parafrasear, de acuerdo a su espíritu, como “América para la oligarquía estadounidense” ha sido una sanguinaria persecución al migrante y una política criminal contra el fenómeno migratorio que incluye la construcción de muros como barrera física a la ya constituida barrera jurídica, racial y económica que le espera a quienes emprenden dicho camino. Cantidades incalculables de recursos se dedican a evitar el acceso de los latinoamericanos y caribeños al destino de los recursos que les han injustamente conculcado, incontables son las vidas que se han perdido en el intento para lograr la estricta separación entre los beneficiarios y las víctimas del saqueo.

Sin embargo, a escasa distancia de la costa sur de la nación corporativa “tiosaneana” y como predestinada a ello, se levanta una nación cuya moral contradice y responde al paradigma liberal con una ética distinta de ver el mundo, donde el ser humano y no el capital, se constituye como el eje de acción y que somos los muchos y no los pocos los que tenemos que decidir el sendero a recorrer. Nos referimos, por supuesto, a la Venezuela Heroica, como nos caracterizó Eduardo Blanco en su inmortal epopeya de finales del siglo XIX, la Patria que parió a Bolívar y luego a Chávez con menos de dos siglos de diferencia, ha debido ser quien se plante por Latinoamérica a los grandes imperios dominantes.

De este modo, nos ha tocado ser también receptores del fenómeno migratorio de compatriotas que han venido de todas las latitudes buscando lo que podríamos llamar “el sueño venezolano”, donde históricamente migrantes de buena parte del mundo han venido a buscar una nación de brazos abiertos, donde la discriminación por raza o credo se encuentra en niveles mínimos con relación a la potencia norteña, donde es posible conformar un hogar y hacerse venezolano.

Así, parte del legado de pobreza y miseria dejado por los adecos y copeyanos, que tuvo que asumir la Revolución Bolivariana, fue una masa de mujeres y hombres oriundos de tierras hermanas que venían huyendo de la indigencia o de la guerra colombiana o de la desdicha que les tocaba vivir en las islas caribeñas en muchos casos deambulando por las calles, delinquiendo o  subempleados, hasta con formas modernas de esclavitud.

Entonces, ¿qué hizo Chávez? ¿Acaso un muro costero-occidental? ¿Persecución a los migrantes? Podemos palpar un caso de cómo la moral revolucionaria que conlleva al cómo hacer las cosas, dista de la brutalidad capitalista, al tiempo de dar resultados concretos y efectivos. En vez de un muro, de Venezuela nace uno de los mayores proyectos internacionalistas y solidarios del mundo: el 29 de junio de 2005, sale a la luz Petrocaribe, como alternativa energética para el Caribe, basado no sólo en la solidaridad, sino también en la visión estratégica inigualable de Hugo Chávez de potenciar a nuestros vecinos de ultramar como zona geoestratégica para el desarrollo de nuestras propias potencialidades.

Como es obvio, la oligarquía atacó la iniciativa a rabiar, recordemos las constantes críticas del prófugo Julio Borges, por la supuesta “regaladera” de nuestro petróleo. La verdad verdadera es que con el nacimiento de la multilateral energética el PIB y con ello las condiciones de vida de nuestros hermanos creció a un ritmo acelerado, donde la clave fue la eliminación de la intermediación y la especulación de las trasnacionales, defendidas por el inefable oligarca, para el suministro de combustible a dichos pueblos.

De esta forma, los resultados fueron y son patentes, una gran parte de los desplazados por la pobreza volvieron a las islas por tener mejores condiciones de vida pero también, en momentos turbulentos como los que vivimos, el Caribe se ha constituido en un mercado abierto para la exportación no petrolera, espacio que está siendo aprovechado por muchos venezolanos como trabajadores pero sobre todo como inversionistas, hecho insólito en otras épocas de la Historia.

Sólo el muro con México costará a los Estados Unidos la bicoca de 5.000.000.000 de dólares “pa’ empezá” y los recursos para el supuesto control de la migración son incontables, sin resultados efectivos. Si el gobierno gringo entendiera que un proyecto de desarrollo en México y Centroamérica por esos montos evitaría buena parte de la migración masiva, al tiempo que potenciaría a los estados aledaños lo cual terminaría redundando en el beneficio mutuo, o si por lo menos pagara los diversos recursos que a diario se roba de estas latitudes, seguramente la realidad fuera otra.

Y lo saben, lo entienden, brutos no son, sin embargo, no es de su interés. Un vaciado de tantos metros cúbicos de concreto para el muro deja miles de millones de dólares en ganancia para un pequeño grupo, eso es todo para el capitalismo. No esperemos jamás que piensen como Chávez quien siempre veía hacia el rostro del pobre y sacarlo de esa condición fue su convicción diaria, siendo esa lucha legado para nosotros.  

El capital no se para en eso, Trump no vacilará en llenar sus arcas aunque el muro no frene nada y no beneficie a nadie más. El concepto tergiversado de moral de la oligarquía no alcanza el del bien común, su criterio se centra en sus intereses y sus intereses se centran en acumular riquezas a costa de lo que sea, no nos engañemos.

Por sus acciones los conoceréis…